La viuda de Buero Vallejo inaugura el parque al que da nombre el dramaturgo alcarreño

Noticias Parques y Jardines 03/05/2005

La nueva zona verde ocupa una parcela de 3.000 metros cuadrados en el Barrio de Los Escritores y ha supuesto una inversión de 170.000 euros

Coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte del dramaturgo alcarreño Antonio Buero Vallejo, esta misma mañana era inaugurado el parque que llevará su nombre en Azuqueca de Henares, acto en el que ha destacado la presencia de la viuda de Buero, la actriz Victoria Rodríguez, quien agradeció "al pueblo de Azuqueca de que se haya acordado de este aniversario. Mientras haya árboles, algún homenaje o algún estreno, Buero permanecerá completamente vivo", dijo la viuda del dramaturgo tras descubrir la placa que da nombre al parque.El alcalde de Azuqueca de Henares, Florentino García Bonilla, agradeció a todos los asistentes su presencia, su trabajo al concejal de Parques y Jardines y "su amabilidad y deferencia para con Azuqueca" a Victoria Rodríguez, ante quien aplicó la célebre frase de que "detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer, y no me cabe la menor duda de que Vicotira fue un puntal en la vida de Antonio Buero Vallejo, en los momentos malos y en los buenos"."Querida Victoria, como concejal de Parques y Jardines es para mí un gran honor que se descubra esta placa y este monumento en memoria de don Antonio Buero Vallejo, hijo de nuestra tierra al que queremos rendir un homenaje no sólo como autor teatral sino también como hombre", comenzó su alocución Victorio Calles. "Como hombre, don Antonio Buero Vallejo no tuvo una vida fácil. Pero como escritor, no sólo de teatro, las dificultades de su vida no le impidieron alcanzar el reconocimiento y la admiración de todos convirtiéndole en vida en algo muy meritorio: en un clásico de la literatura y de la dramaturgia española", continuó."Su padre, del que recibió el amor por los libros y por el teatro, fue asesinado el 7 de diciembre de 1936, cuando Buero contaba veinte años recién cumplidos. Muy poco tiempo después, con el alma aún rota, se incorporó a un batallón de infantería defendiendo la causa republicana. Durante la contienda se afilió al Partido Comunista. Tras la guerra, como tantos otros españoles de bien, sufrió la reclusión. Al principio en penales improvisados como una plaza de toros; después en el campo de concentración de Soneja en Castellón. Finalmente, en 1939 es condenado a muerte en un juicio sumarísimo, junto a otros compañeros, manteniéndose la angustia de su condena a muerte durante ocho interminables meses en los que día tras día esperó a que le llamaran viendo como llamaban y asesinaban a otros compañeros que podían haber sido él mismo. Tras esos ocho meses de callada angustia y sufrimiento, la sentencia a muerte fue conmutada por una pena de treinta años de cárcel. En su condena carcelaria, Antonio Buero Vallejo conoció la geografía de la represión franquista: estuvo en la cárcel de Conde de Toreno, en Yeserías, en El Dueso y en el penal de Ocaña, del que saldrá en libertad condicional en marzo de 1946.Unas experiencias vitales tan terribles como éstas (el asesinato de su padre, la guerra fraticida, la condena a muerte y la cárcel) a las que se añadieron otras posteriores y de índole familiar, no acabaron con la persona y, mucho menos, con el artista que Buero llevaba dentro. Hace falta tener una gran entereza y estar hecho moralmente de una pieza para superar todas estas adversidades, y seguir trabajando por el teatro en la confianza de que el ser humano merece la pena.Y como autor, Antonio Buero Vallejo obtuvo en vida los más altos honores, gracias a la calidad de su obra y al reconocimiento del público. Es cierto que durante la dictadura sufrió el rigor de los censores, la prohibición y el boicoteo de editoriales y empresas afines al régimen, y sólo por pretender expresarse con libertad y por solicitar explicaciones al Ministerio de Información y Turismo, allá por 1963, por el trato dado por la policía a unos mineros asturianos. Pero por fortuna, todas estas mezquindades de la dictadura no arruinaron la vocación de Buero, no impidieron que su obra tuviera amplia proyección en el exterior y no impidieron que fuese elegido miembro de número de la Real Academia de la Lengua Española con un discurso dedicado a Federico García Lorca. Ya en época democrática, Buero Vallejo recibió en 1986 el Premio Cervantes y diez años después el  Nacional de las Letras Españolas. Por fin, Antonio Buero Vallejo se había consagrado de manera indiscutible como un clásico en vida.Antonio Buero prácticamente concluyó su trayectoria vital trabajando en aquello que le dio más satisfacciones: en el teatro y en el mundo de la representación. El 29 de abril de 2000 falleció dejándonos una experiencia fecunda y a seguir. Y así se cerró una trayectoria vital que debe ser ejemplo de las generaciones presentes y venideras.Quizá el éxito como dramaturgo de Don Antonio Buero Vallejo radique en una rara combinación: un grandísimo talento como escritor, una inagotable capacidad de trabajo, el apoyo que siempre recibió de los suyos y de su familia, y una actitud vital basada en la elegancia, la sobriedad y en la creencia, no contaminada por excesos ni falsos optimismos, de que el hombre puede y debe mejorar porque los grandes ideales de verdad, belleza, rectitud y libertad no sólo son necesarios sino que, además, son posibles. Estos son los lemas buerianos que hemos recogido en la placa situada al pie de esta escultura y que reflejan, desde nuestro modesto punto de vista, una de las muchas enseñanzas que nos legó el maestro", finalizó su discurso Vicotiro Calles en el que glosó detalladamente la vida y obra del dramaturgo alcarreño.Con una inversión total de 168.780 euros y una superficie de 3.000 metros cuadrados, esta zona verde se situa entre la avenida de Madrid, la de Los Escritores y la urbanización de La Paloma, en una franja de terreno que tendrá continuidad con el desarrollo del vecino SUR R-4. "Tiene tres accesos principales desde la avenida de Los Escritores, la calle Camilo José Cela y la avenida de Madrid y como característica fundamental destaca la recreación de una antigua acequia que discurría por este lugar y que sustituye y recuerda ahora un hilo de agua y un pequeño estanque" describe el concejal azudense de Parques y Jardines, sobre el que se ha alzado una escultura en acero en recuerdo de Buero.Tras el fallecimiento del dramaturgo alcarreño el 29 de abril de 2000, el Pleno del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares decidía por unanimidad de todos sus miembros, dedicarle un espacio urbano. Tras el acto de inauguración, en el que además intervinieron alumnos de 6º de Primaria del Colegio Público "Siglo XXI", obsequiando a la viuda del dramaturgo con un ramo de flores y un libro elaborado por ellos mismo sobre su figura, todos los presentes recorrieron el parque.

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